Por Prof. Margarita Mollar (*) | Especial para Muhli
En 1891, un puñado de pioneros, vecinos de esta colonia, se reunieron para crear una comisión cuyo objetivo principal era levantar un templo. A resultas, se labró un acta para dar constancia de su propósito y denominación, Comisión Capilla Nuestra Señora del Rosario, pues invocaban la protección de esta advocación mariana para la concreción del nuevo templo. Además, eligieron tres miembros para presidirla: Diógenes Hernández, presidente; Domingo Benvenuto, vicepresidente, y Pedro Echenique como secretario.
En algunos vecinos primaba la idea de edificar el templo en la Plaza Norte (llamada popularmente Colón, hoy Plaza de la Madre) para ajustarse a la Ley de Colonias, mas finalmente triunfó la moción de aquellos que deseaban su emplazamiento donde se erige en la actualidad, en cumplimiento de la promesa hecha en 1871, por la cual esos terrenos habían sido ya bendecidos por Fray Mamerto Esquiú.
Diógenes Hernández donó 200 (doscientos) pesos fuertes y los ladrillos para la realización de la obra, mientras que el terreno de 110 metros de frente por 119 metros de fondo fue donado, en partes iguales, por Juan Canale y Elmira Rodríguez de Echenique, esposa de Pedro Echenique.
Durante 1893, el país vivió acontecimientos políticos que hicieron que existieran opiniones encontradas entre algunos miembros de esta nueva comisión. Las cartas iban y venían, pero Diógenes Hernández presentó su renuncia indeclinable a la presidencia y se retiró de la Comisión Pro-templo, a pesar de lo cual, se mantuvieron los objetivos propuestos y se continuó la obra iniciada.
La inauguración de la capilla
El 17 de octubre de 1894 integrantes de esta Comisión se dirigieron al Obispo de Córdoba, en ese entonces Fray Reginaldo Toro de la Orden de Santo Domingo, para solicitar su presencia para el 27 de octubre de ese año, a los actos programados con motivo de la colocación de la piedra fundamental de la Capilla Nuestra Señora del Rosario. Tal como estaba previsto, dichos actos se llevaron a cabo durante los días 27 y 28 de octubre de 1894. No obstante las disidencias, según nuestras investigaciones, la puesta de la piedra fundamental e inauguración del templo fue coincidente.
Sobre la inauguración, escribió el presbítero Moisés García, monaguillo que presenció en esa época los actos inaugurales:
Corría el año 1894……Leones se había vestido de fiesta para recibir al señor Obispo de Córdoba, monseñor Reginaldo Toro, quien acompañado de su secretario canónigo don Rubén Márquez y de algunos Padres Dominicos del Convento de Córdoba, venía a bendecir la hermosa Iglesia, recién construida en Leones, que se destacaba, airosa, con sus dos torres cortando el horizonte, por la parte norte del pueblo, que ahí terminaba.
(…) En ese momento, cuando se preparaban y aseaban para pasar al comedor donde se les serviría el almuerzo, salieron y salimos (se refiere a la comitiva) todos a la calle como movidos por un resorte, a causa de que el suntuoso edificio amenazaba desplomarse: crujían los techos y visiblemente los muros oscilaban, el piso no ofrecía seguridad a nuestros pies. Estábamos en presencia del horroroso temblor de tierra que hizo época en la historia argentina, sembrando de ruinas las provincias de Cuyo y de pánico a todo el país. (1)
El presbítero García continúa su crónica:
Al día siguiente, el señor obispo con su comitiva y acompañado de los señores curas de Marcos Juárez y de Bell Ville, autoridades locales y departamentales y toda la población de Leones, concurrieron al templo que solemnemente se bendijo, quedando consagrado al servicio de Dios y dedicado a la Santísima Virgen del Rosario. (2)
El costo de la capilla, construida con una sola nave, fue -según datos recogidos de buena fuente- de 24 mil pesos moneda nacional, los cuales fueron pagados en partes iguales (12 mil pesos cada uno) por Domingo Benvenuto y Juan Canale.
Al año siguiente, 1895, también en el mes de octubre, se invitó nuevamente al Obispo, a dar la bendición del nuevo templo de Leones y sus atributos.
La Comisión entregó la capilla recién bendecida en perfecto estado, con altar mayor, púlpito, dos campanas y la imagen de bulto de vestir bajo la advocación de la Virgen del Rosario, como su patrona. (3)
(*) Docente jubilada del nivel secundario y superior, periodista e historiadora. Autora y co-autora de artículos de investigación y de libros sobre la historia de la Parroquia Nuestra Señora del Rosario, biografías de sacerdotes y de historia leonense.
Fuentes, notas y referencias bibliográficas:
(1) El terremoto del 27 de octubre de 1894, hora: 19.30 magnitud 8, intensidad 9., según datos del Instituto Nacional de Prevención Sísmica, fue el de mayor magnitud de todos los ocurridos en la Argentina, con epicentro en la zona noroeste de la provincia de San Juan, de carácter ondulatorio y de larga duración. Provocó grandes daños y su onda expansiva se sintió hasta más de 500 kilómetros de la zona epicentral, como Buenos Aires, a 1.100 kilómetros de distancia.
(2) La Familia Cristiana, Nº 3484, octubre de 1963.
(3) Para conocer más sobre el tema, ver Ghione de Fauro, Marta; Mollar, Margarita y Moroni de Bastino, Norma (2006). Nuestra Parroquia: estudio socio-antropológico sobre la Parroquia “Nuestra Señora del Rosario” de Leones. Córdoba: Offset Nis de Talleres Gráficos La Moneda.