Diógenes Hernández, la primera autoridad local

Por Cristian Walter Celis y Paola Simonini

El 10 de enero de 1855, en una estancia cercana a Frayle Muerto (hoy Bell Ville), nació Diógenes Hernández. Su vida dejó huella en los orígenes de Leones. Desde joven, se destacó por su manejo de armas y sus aptitudes como jinete, lo cual marcó su perfil en la Guardia nacional y como defensor de la zona ante malones.

Una vez radicado en Leones, estuvo a cargo del fortín de la posta y se dedicó a tareas rurales. Como encargado del Consejo Escolar, promovió la educación en los orígenes del poblado donando terrenos para la primera escuela fiscal. Además, en 1886, fue designado subcomisario, convirtiéndose así en la primera autoridad del poblado.

Hernández apoyó la construcción de la parroquia y fundó un partido en el Departamento Marcos Juárez. Progresista, demócrata y defensor de las elecciones libres, protagonizó la revolución radical de 1905, dos años antes de su muerte.

Un joven aguerrido

Hijo de Santiago y Cipriana Taborda de Hernández, Diógenes nació en una casa destacada del actual Bell Ville. Su familia paterna descendía de Diego y Pedro de Hernández, integrantes de los contingentes de conquistadores españoles que acompañaron a Jerónimo Luis de Cabrera. Por entonces, los Hernández se establecieron en la zona del Curato del Tercero, en Frayle Muerto, Pampayasta y Saladillo. (1)

Cuando Diógenes era aún niño, su padre falleció por una epidemia de cólera. El joven hizo sus estudios primarios en Frayle Muerto -bajo las enseñanzas de Adelaida Taborda, prima de su madre- y luego, emprendió los estudios superiores en Rosario.

Criado en el campo junto a la familia de sus padres, de pequeño aprendió a andar a caballo y a manejar armas gracias a la influencia de sus tíos Hernández y Taborda. Tal es así que a los 14 años participó activamente de la defensa de Frayle Muerto ante un malón de ranqueles, ocurrido en enero de 1869.

Al referirse a este hecho, el historiador bellvillense Agustín Villarroel describió a Diógenes en estos términos:

…un joven, un muchachón (…) de hermosa prestancia, que cabalgaba un redomón indócil. Lo montaba en pelo e iba armado de una larga lanza tacuara, a estilo araucano (…) La invasión fue repelida en un combate sangriento y en él supo el parrador que se había distinguido aquel hermoso adolescente (…) Su caballo, con la paleta desgarrada por una herida de lanza, y la lanza que él empuñaba, ensangrentada, daban fe de su decisión en el combate (…) Era alto, blanco y rosado el rostro; tostado por los soles de la pampa; crespa su cabellera, azules y hermosos sus grandes ojos; elegantes y ágiles sus movimientos; gallarda su figura al cabalgar. (2)

Desde entonces, y hasta su muerte, se destacó por su valentía y buen manejo de armas. Hacia 1871, con cerca de 16 años, ingresó a las Guardias Nacionales. Desde ese rol de soldado, con los años, fue designado a prestar servicios en el fortín de la Posta de Los Leones y luego en la frontera entre Córdoba y Santa Fe, sobre el arroyo Tortugas. En ese tiempo fue comandante, comisario de campaña y administrador de la colonia Tortugas. En 1881, quedó designado como Juez de primera instancia en Cruz Alta. (3)

Su vida en Leones

En los primeros años de desempeño en la Guarda Nacional, Diógenes convenció a su madre de poblar tierras en el villerío que se estaba formando en la zona de la Posta de Los Leones. Junto a otros parientes y vecinos de Frayle Muerto, Cipriana Taborda de Hernández accedió. Las primeras casas de materiales se instalaron frente a la Estación de trenes (1866). La vivienda de los Hernández estuvo en Boulevard Colón y General Paz, donde luego funcionó el hotel Roma. Hacia 1872, la familia ya residía en Leones.

Mientras todo esto sucedía, meses antes, el 4 de diciembre de 1871, una vez más Diógenes tuvo una actuación destacada participando de la defensa que se armó ante la posible llegada de un malón de ranqueles a Leones. (4)

A principios de 1879, mientras aún se desempeñaba como administrador de la Colonia Tortugas, se casó con Ana Estaurofila González Pesoa, distinguida joven bellvillense. Hacia 1884 volvió a establecerse en Leones, donde abrió la primera casa de ramos generales en la vivienda de su madre. Con Ana, tuvo cinco hijos: Diógenes, Santiago, Clementina, Clodomiro y Horacio, los tres últimos nacidos en Leones. (5)

El 24 de septiembre de 1881, el gobernador Miguel Juárez Celman aprobó el primer plano de este pueblo del Sudeste cordobés. Años más tarde, el 22 de julio de 1886, Hernández fue designado subcomisario, desempeñando así el rol de primera autoridad local por pedido de la población al Gobierno de Córdoba. Diógenes ocupó ese cargo durante poco tiempo y luego se dedicó a tareas rurales. (6)

Benefactor y promotor de la educación en Villa Hernández

Durante una visita de Fray Mamerto Esquiú a Tortugas, Diógenes lo invitó a conocer sus tierras. En junio de 1882, el Obispo de Córdoba bendijo los terrenos que este joven tenía en la zona, nombrándolos como Villa Hernández en Leones y Villa Argentina, en Marcos Juárez. Villa Hernández ocupaba gran parte de lo que hoy se encuentra en las manzanas comprendidas entre la parroquia y la ruta 9.

Diógenes Hernández

Con el tiempo, en algunas de esas parcelas de Villa Hernández y de Villa Argentina, Diógenes le cedió parte de sus tierras a más de 30 familias de criollos que habían sido desalojados de los terrenos que el Estado les había dado.

Según las fuentes consultadas, esos gauchos que Diógenes albergó en sus terrenos habían formado parte de la “Conquista del desierto”. El Estado argentino les había otorgado tierras en la zona del ferrocarril por su desempeño, pero con el trazado del sistema ferroviario, las parcelas fueron reasignadas al Ferrocarril Central Argentino, dejando a esas familias sin un espacio donde vivir hasta que Hernández decidió ayudarles. (7)

Más allá de su rol como benefactor, Diógenes también se destacó como promotor de la educación. Sus iniciativas permitieron que el 20 de febrero de 1890, el Departamento de Instrucción Pública de Córdoba creara la primera Escuela infantil mixta, conocida luego como Escuela Fiscal mixta y actualmente como Escuela “Joaquín V. González”.

Por entonces, Hernández fue designado presidente del Consejo Escolar, cargo que ocupó en reiteradas oportunidades hasta 1907. (8) En noviembre de 1906, Diógenes donó al Gobierno de Córdoba un terreno en Villa Hernández para uso exclusivo de escuelas públicas. Allí se construyó el edificio de la Escuela Fiscal de Varones.

En 1891, tras la conformación de la Comisión Capilla de Nuestra Señora del Rosario presidida por Hernández, éste donó dinero y ladrillos para construir lo que hoy se conoce como Parroquia Nuestra Señora del Rosario en terrenos donados por Juan Canale y Elmira Rodríguez de Echenique. (9)

Un criollo revolucionario

Con la llegada del radicalismo y la Revolución del ´90, Hernández fue uno de los primeros seguidores de Leandro N. Alem e Hipólito Yrigoyen por estas tierras. En cuanto a su rol político, Ricardo Caballero lo recordó como gran demócrata, amante de la libertad y de la justicia, y defensor de los humildes desposeídos. (10)

Hacia 1901, y tras la muerte de Alem, formó y presidió el partido Liga Cívica Democrática junto a José María Martínez y vecinos del Departamento Marcos Juárez. Años después, impulsado por Yrigoyen, protagonizó la Revolución radical de 1905 en el Sudeste cordobés. Si bien fracasó, este movimiento en reclamo de elecciones libres y democráticas fue útil para que en 1912 se concretara la ley del voto secreto, individual, universal masculino y obligatorio.

Diógenes Hernández falleció el 2 de agosto de 1907 en Córdoba, donde había ido a una convención radical, en brazos de su amigo correligionario Elpidio González (1875-1951), un rosarino que fue vicepresidente de la República entre 1922 y 1928. Durante muchos años, sus restos permanecieron en Bell Ville hasta que en 2018 fueron trasladados al cementerio de Leones junto a los de su esposa y los de su madre, por iniciativa de su nieta, Matilde Hernández. (11)

En la actualidad, la calle Diógenes Hernández, entre Garibaldi y la ruta 9, recuerda a este pionero en el sector norte de Leones. En octubre de 2009, la escuela IPETYM Nro. 256 (por entonces IPEM 256) designó con ese nombre a uno de sus talleres, para recordar así a quien donara parte de los terrenos donde hoy funciona esta escuela-posta. (12)

Notas, fuentes y referencias bibliográficas:

(1) Apuntes del archivo de la familia Hernández.

(2) Citado en Caballero, Ricardo (1955). “Diógenes Hernández, en el centenario de su nacimiento”. La Capital.

(3) Apuntes del archivo de la familia Hernández.

(4) Apuntes del archivo de la familia Hernández.

Ghione de Fauro, Marta; Mollar, Margarita y Moroni de Bastino, Norma (2007). Nuestra Parroquia, pp. 60-68, Córdoba: Offset Nis.

(5)