Los orígenes del Club Leones

Por Daniel Castrillo (*) | Especial para MuHLI

El Club Leones Deportivo, Agrario, Social y Biblioteca de la ciudad homónima nació el jueves 16 de febrero de 1922. En un depósito perteneciente a la ex Casa Canepari, (ubicado en la intersección de las actuales calles Colón y Bertini), integrantes de los, por entonces, clubes Argentino y River Plate de esta localidad tomaron la decisión de fusionar ambas instituciones para dar origen a una nueva entidad deportiva: el Club Leones.

Los colores que se utilizaron para identificar al mismo fueron el rojo y el azul (que caracterizaba a las extintas instituciones que le dieran origen).

¿Algunos nombres de aquellos fundadores? Miguel Piatto, Juan Bautista “Bachín”, Domingo Peiretti, Carlos Angelaccio, Gaudencio Ávila, Miguel “Miclín” Valfré.   Aquellos hombres se reunían en la casa de los Peiretti, que oficiaba de Secretaría, para delinear el futuro del flamante club.

La primera comisión directiva -establecida por asamblea pública en el año 1922, en un ejercicio democrático loable que se ha mantenido a lo largo de la historia del Club y que lo caracteriza del resto de las instituciones locales- estuvo encabezada por Eduardo Fossatti (presidente), Juan Godino (vicepresidente) y Gaudencio Ávila (secretario).

El mandato de la comisión duraba un año. Por el máximo cargo pasaron en esos primeros tiempos Francisco Rolando (1923), José D’Elía (1924), Tomás Riviera (1926) y Bernardo Sigifredo (1927), entre otros.

Se pretendía que el deporte fuera su actividad principal. Fútbol, ejercicios físicos, atletismo y hasta boxeo serían las primeras actividades en las cuales el flamante club destacaría prontamente.

Los primeros años

El club ocupaba la manzana 64 del pueblo (en préstamo de la Municipalidad). Todavía no se poseía terreno propio, aunque ya tenían vista una parcela que podría ser el espacio de encuentro y realización de dichas actividades. Para adquirirla, entro otras gestiones, se realizó la rifa de un flamante Ford T, recaudando algún dinero que permitió cumplir el sueño del terreno propio y subsanar algunas dificultades económicas de esa etapa de nacimiento.

La primera inversión fue el terreno en la zona oeste del pueblo. En 1927 se adquirió una parcela en la que brillaba el descampado urbano, la calle de tierra del entonces Boulevard Argentino (actual Avenida del Libertador y Presidente Alvear) finalizaba allí.

El 17 de mayo de 1929, se logró la personería jurídica mediante el decreto N° 2.433 Serie “A” del expediente N°198 “C”.

El 25 de mayo de 1932 -luego de haber soportado el año anterior un fenómeno climatológico, un violento huracán que retrasó las obras programadas- se inauguraron las primeras instalaciones del Club en el predio adquirido.

Como correspondía a los objetivos de los fundadores de la institución, lo primero que se armó fue la canchita de fútbol. El field (como entonces se denominaba al terreno de juego) estaba delimitado por un simple hilo de alambre a un metro de altura donde rodaba la número cinco sin tiento.

Después, vendrían las canchas de tenis, el frontón de pelota-paleta y un palco con pista de baile que sería furor un par de décadas más tarde, con la presencia de orquestas típicas que deleitaron a sus socios y vecinos.

Palco con pista de baile, 1952. Archivo Fiesta Nacional del Trigo.

La sede

Por los años ‘30, el Club Leones alquiló una propiedad ubicada en la intersección de las actuales avenidas Libertador y General Paz que oficiaba como sede social, transformándose en la primera institución local que contó con un espacio de estas características.

Recién el 22 de diciembre de 1946 sus socios pudieron acceder al espacio propio, mediante la compra de un edificio que sería la primera sede social del Club. El inmueble se ubicaba en la esquina sudoeste de las actuales Avenida del Libertador y Amadeo Bertini.

Fiesta del Trigo en antigua sede, 1948. Archivo Fiesta Nacional del Trigo.

En 1954, el Club Leones adquirió los terrenos sobre Avenida del Libertador al 1.100, en donde se yergue la actual sede de la institución. Con el advenimiento de la organización de la primera Fiesta Nacional del Trigo en 1957, se hizo evidente que aquellas instalaciones, aquella geografía tan conocida por los leoneses, estaba quedando chica.

El Parque Fiesta Nacional del Trigo

En 1958 se dio un paso fundamental: se adquirieron siete manzanas del Ensanche Oeste, linderas con el terreno que ya poseía el Club, por un valor de 250 mil pesos (unos tres mil quinientos dólares de la época).

Para el diseño del parque, se contrató al reconocido arquitecto rosarino Alfredo Baró Graf . La idea era encargarle un espacio que comprendiera una secretaría, una pileta olímpica, un gimnasio, algunos salones subterráneos y una nueva cancha. Con los años, se convirtió en un símbolo de esa Fiesta del Trigo que nació en 1947 como homenaje al hombre de campo y que ya tenía trascendencia nacional.

En el año 1962, durante la sexta edición nacional de la Fiesta del Trigo, el presidente de la República Argentina de ese momento, Dr. Arturo Frondizi, colocó la piedra basal del Parque en el pilar ubicado en el ingreso al mismo. A finales de los ’60, el Parque contaba con todos los espacios planificados para ese sueño triguero.

Vista área del parque en 1960. Colección Claudio De los Santos.

(*) Profesor de Lengua y reconocido escritor leonense.

Fuentes, notas y referencias bibliográficas:

Castrillo, Daniel; Ilari, Silvia y Giraudo César (2022). Tintas trigueras: 100 años de historia y pasión. Leones (Córdoba): los autores.

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